sábado, 10 de marzo de 2007

Argentina. Aconcagua

El Cerro Aconcagua (6.962 m.) es la montaña más alta del mundo fuera de Asia (donde están las cordilleras del Himalaya y el Karakorum), aunque últimamente este récord es discutido por algunos geólogos que afirman que el volcán Ojos del Salado, en Chile, podría superar los 7000 metros.

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La cumbre del Aconcagua.

Pese a no ser tan turístico como por ejemplo Las Torres del Paine, es un de los lugares más impresionantes que hemos visto este año. Además, con la ventaja de que estábamos prácticamente sólos ante la inmensidad de las montañas que nos rodeaban.

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Después de haber visto tantos documentales de "Al filo de lo imposible", y haber leído tantos libros de alpinismo en el Himalaya, teníamos ganas de saber cómo es un campo base. En el Aconcagua tuvimos la ocasión de conocer uno. Se trata del primer campo base, llamado Confluencia. Se utiliza para aclimatación a la altura, aunque hay escaladores que se lo saltan y van directamente al siguiente campo base.
Nos contó una de las chicas que trabajan en Confluencia que se han dado casos de personas con experiencia en montañas de 5.000 y 6.000 metros que, tras no aclimatarse a la altura allí, se han tenido que volver a casa con el rabo entre las piernas...

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Campo base Confluencia.

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Campo base Confluencia.

Según dicen, el mal de altura (que aquí se llama puna) es más intenso en esta zona del planeta que, por ejemplo, en el Himalaya. Esto se debe a que aquí la vegetación es inexistente a partir de los 3.500-4.000 metros, mientras que en el Himalaya llega a los 5.000. Debido a ello, y a otras particularidades atmosféricas, a igual altitud, en el Aconcagua hay menos oxígeno que en el Himalaya.

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Reventado como si llevara 500 kilos de piedras en la mochila. En realidad sólo ascendimos 500 metros.

Nosotros podemos dar fe de ello. Llegar a los 3.500 metros del campo base nos costó lo indecible. Era como si hubiéramos corrido 2 maratones y las piernas se resistieran a moverse más. Y debe de ser cierto que aquí el mal de altura es más fuerte, porque al subir al Aneto o el Monte Perdido (también de 3.500 metros) yo no sentí ningún tipo de debilidad, y en el Aconcagua no podía con mi alma!!

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Como no se puede abarcar todo, decidimos dejar de lado el Tíbet en nuestra vuelta al mundo, pese a ser uno de los lugares que más nos apetecían. Sin embargo, aquí tuvimos nuestro pedacito de Tíbet, ya que los paisajes deben de ser muy similares. De hecho, aquí se rodó la película "Siete años en el Tíbet".

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Algunos datos curiosos relacionados con esta montaña:
- El año pasado lo escaló un segoviano.
- En 1985/1986, Fernando Garrido estableció el récord de permanencia en altura al vivir 62 días seguidos en la cima, soportando vientos de 200 km/h y temperaturas de 60 grados bajo cero.
- En 1988, Jesús Martínez Novas subió a la cima en zapatillas de deporte.
- En 1988, Eneko Atxa desciendió en bicicleta desde la cima por la Canaleta.
- En 1994, alcanzaron la cima 3 ciegos de la ONCE.
- La persona más joven que lo ha subido tiene 14 años.

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El delirio provocado por el mal de altura nos hizo divisar en el horizonte a dos muchachos de una belleza inigualable. Conseguimos hacerles un par de fotos:

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Aprovechando la tesitura, una lectura recomendada: “Mal de altura: crónica de una tragedia en el Everest”, de Jon Krakauer. Engancha de lo lindo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En algunos momentos de vuestro viaje , tengola sensación de que estuviéramos-yo también- "estrenando" una parte del mundo y me parece muy "guay". Beso.M.

Anónimo dijo...

Pues sí que tenías delirios, sí. En mi ordenador aparecen las dos fotos que mencionáis sólo con paisajes, sin "bichos" dentro.
NyNyR