Argentina y Chile. Naufragios
Nos encontramos en la Tierra del Fuego, isla situada entre el Estrecho de Magallanes y el Canal Beagle. Un poco más al sur se encuentra el Cabo de Hornos. Durante siglos, hasta que se abrió el canal de Panamá, esta fue la única ruta posible para navegar de un lado a otro de América. Aguas temibles, conocidas mundialmente por sus peligrosas mareas y por ser las que más cantidad de naufragios han causado a lo largo de la historia. Entre tres mil y cinco mil, según el Museo del Fin del Mundo, en Ushuaia.
Charlando con unos y otros, nos hemos enterado de que, pese a su bravura, estas aguas no han causado tantos naufragios como puede parecer. Muchos de los naufragios fueron provocados por los capitanes y las navieras, que buscaban cobrar los cuantiosos seguros que cubrían los accidentes. Esto fue así sobre todo en la época en la que se pasó de los barcos de vela a los de vapor, cuando se empleaba el dinero pagado por las aseguradoras para renovar la flota, y de paso se dejaban atrás los viejos cascarones sin tener que pagar gastos de traslado, desguace o mantenimiento en puertos. También nos cuenta la gente local las historias y rumores de tripulaciones vaciando las bodegas de los barcos para salvar la mercancía antes de provocar los naufragios para cobrar el seguro.
El Desdémona
Alquilamos un coche con el que recorrimos la Tierra del Fuego durante unos días. De esta manera, tuvimos la oportunidad de conducir por carreteras de ripio hasta llegar al cabo de San Pablo, donde encalló en 1985 el Desdémona, buque de 78 metros de eslora que transportaba cemento. Hubo desavenencias entre la compañía de seguros, el armador, y el capitán del barco, que embarrancó el buque intencionadamente para que no se hundiera en el fondo del mar. En todo caso, se consiguió salvar el cargamento de cemento, y el barco se vendió a los chatarreros para que lo desguazaran, pero el lugar es tan difícilmente accesible que no podía llegar hasta allí ningún camión que cargara con los restos. Y así lo encontramos nosotros, solos ante un fantasma ocre en una sobrecogedora playa a casi 200 kilómetros de la localidad más cercana. En una triste mañana de verano en la que nevaba, granizaba y el viento aullaba.
Pilar delante del cascarón del Desdémona. Viento, nieve y playa.
El Desdémona varado en un momento de marea baja.
Detalle de un fragmento de una escalera y el óxido que correo el casco del barco.
La bodega donde se transportaban sacos de cemento.
El Saint Christopher
En 1953 el barco a vapor Saint Christopher fue empleado para intentar remolcar y reflotar al Monte Cervantes, buque naufragado en 1930. En los infructuosos trabajos resultaron dañados el timón y el motor, por lo que embarrancó y se quedó para siempre en el puerto de Ushuaia. Sólo hace un par de años se procedió a vaciarlo del fuel oil que tenía en sus tanques. Debido a la corrosión que produce el mar en el casco, había peligro de que se filtrase a las aguas de la costa.
El Saint Christopher con las montañas de la Isla Navarino al fondo.
El Neptunia Mediterráneo
Este buque brasileño de 152 metros de eslora llegó a Ushuaia hace unos cinco años. Sus propietarios no pagaban las tasas de amarre en el puerto, por lo que no se les permitía abandonarlo. Así se fue incrementando la cuenta a pagar, mientras la tripulación continuó haciendo vida a bordo durante meses. Al fin, toda la tripulación abandonó el barco y volvió a su país por avión. A los propietarios les resultó más barato dejarlo allí abandonado que pagar las multas. En 2004, debido a fuertes vientos de más de 100 km/h, perdió el ancla y anduvo a la deriva a lo largo de 3 kilómetros. El buque aún contine 700 toneladas de combustible en sus tanques, con el consiguiente peligro para el medioambiente.
"El Neptunia Mediterráneo fue abandonado a su suerte por sus dueños, con 23 marineros a bordo. Durante seis meses, los empresarios no escucharon sus reclamos para volver a Brasil.Como consecuencia de la falta de energía, calefacción y falta de alimentos, la situación del personal fue tan dramática que estibadores del puerto local acondicionaron un galpón en el puerto para darles refugio y comida."
(Fuente: Diario Clarín)
El Navimag
Durante los próximos 4 días recorreremos los fiordos y canales Patagónicos del sur de Chile, desde Puerto Natales hasta Puerto Montt, a bordo del ferry Puerto Edén.
En este ferry cruzamos el Estrecho de Magallanes por la Primera Angostura.
2 comentarios:
Después de leer tantos avatares con los barcos, confio que el Puerto Edén sea seguro, pero estaré más tranquila cuando estéis en tierra firme.M.
Hola bonito reportaje , escribo un cuento sobre una tripulación que quedo olvidada en puerto ajeno como el caso del neptunia me gustaría poder escribirme con algún miembro de una tripulación como la mencionada. Mi correo es titovioli@hotmail.com.
Gracias
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