viernes, 8 de septiembre de 2006

Japón. Estatua de Hachico en Tokio.

Hachiko era un perro que iba todos los días a la estación de metro de Shibuya, a buscar a su amo que volvía del trabajo. Un día, el hombre falleció, pero el perro continuó yendo a la estación a esperarle durante 11 años más, hasta que murió de viejo.
Los habitantes de la ciudad erigieron una estatua en su memoria, y ahora es un conocido punto de encuentro, al estilo del Oso y el Madroño de Madrid.


Historia de amor de Pilarín y un perrito.

Nosotros dedicamos esta foto a María, que hace poco perdió a Musete, quedando muy triste y un poco huérfana.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Chicos, mil gracias por vuestra dedicatoria. Es verdad q me siento un poco huérfana,aún me pongo triste cuando me acuerdo de él...muchos besos,

María