Las ciudades invisibles
El hombre que viaja y no conoce todavía la ciudad que le espera al cabo del camino, se pregunta cómo será el palacio real, el cuartel, el molino, el teatro, el bazar. En cada ciudad del imperio cada edificio es diferente y esta dispuesto en un orden distinto; pero apenas el forastero llega a la ciudad desconocida y echa la mirada sobre aquel racimo de pagodas y desvanes y cuchitriles, siguiendo la maraña de canales, huertos, basurales, de pronto distingue cuáles son los palacios de los príncipes, cuáles los templos de los grandes sacerdotes, la posada, la prisión, el barrio de los lupanares. Así —dice alguien— se confirma la hipótesis de que cada hombre lleva en la mente una ciudad hecha sólo de diferencias, una ciudad sin figuras y sin forma, y las ciudades particulares la rellenan.
Italo Calvino, "Las ciudades invisibles"
2 comentarios:
A la vera del camino
tienes montañas y ríos.
Pobres que piden a ricos
de su riqueza un mordisco.
Y también algún recinto
donde despachan buen vino.
¿Pararás en todos ellos,
ya que el viaje está en el medio?
¿Te pondrás anteojeras
para viajar de veras?
¿No te moverás de casa,
donde te quedas y viajas?
Para una noche estrellada
os propongo esta charada.
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Aljdro.
Nos alegra tener noticias vuestras de nuevo!! Animad mucho a España, a ver si en Baloncesto tenemos más suerte que con el Futbol!!
Besos
Isabel y Tito
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